Exposición de Primavera, una muestra de socialismo.
La editorial Acantilado, y György Spiró (Budapest, 1946) presentan Exposición de Primavera. Una obra ambientada en Budapest, en los terroríficos meses de la Revolución húngara y como telón de fondo, los preparativos de una exposición revolucionaria y contrarevolucionaria.
Del curriculum de Spiró se aprecia su gran labor como novelista, poeta, historiador de la literatura y traductor literario. Entre sus obras destacan Fogság, ganadora del Premio Milán Füst en 2005 y Angelus, que obtuvo el Premio Literario de Europa Central en 2010. Pero no solo destacan estos premios para un autor muy conocido, ya que está galardonado con numerosos premios en que dan fe de la singularidad de su pluma en el campo de la escritura, en su amplio sentido.
Exposición de primavera es una obra especial que transcurre en Budapest, en una época en la que las presiones, los chantajes y las revoluciones políticas están en pleno auge en Hungría. Es notorio que aunque el libro no tiene capítulos, se nota perfectamente cómo van cambiando los planos temporales y los escenarios en que transcurre la novela. De ahí se desprende que a veces pueda existir cierta densidad para abordar algunos aspectos relacionados con la trama.
Gyula Fátray, nuestro héroe, y este será la denominación que el autor ha elegido para referirse constantemente durante toda la novela, comienza diciendo y apunto de forma literal que no viene mal ser ingresado en un hospital los días previos al estallido de una revolución, permanecer allí hasta su sofocamiento y luego convalecer apaciblemente en casa durante las represalias. De este modo, el destino lo protege a uno en los días críticos a tomar una decisión equivocada, es más, de tomar cualquier decisión.
Este texto es el pilar fundamental de la novela. Es decir, a grandes rasgos y en líneas muy generales, Spiró irá transformando y dándole sentido a un texto en el que su protagonista, un ciudadano como cualquier persona en una capital de Estado, es eso, un solo ciudadano y para nada influyente en las decisiones que pueden cambiar el curso de la historia, se verá envuelto en mentiras y corrupción a nivel nacional que mancharán su expediente laboral y personal casi de forma irrevocable. Todo ello, mientras su esposa Kati prepara la Exposición de Primavera, en la que abundan obras de arte revolucionario y en la que también está mezclada la política y la subversión.
Un artículo en el semanal Juventud Húngara, en la que se menciona el nombre de Fátray dará lugar a un giro en la mitad de la novela, y afectará tanto al trabajo y la vida personal de nuestro héroe, como al trabajo de su esposa Kati y sus relaciones de vecindad que verán como poco a poco se va hundiendo su vida en una miseria inmerecida y como muchos de los personajes se ponen en su contra sin alegar motivos, solo la ciencia más inexacta, la rumorología.
Quizá, este es el juego que da el autor en referencia a su primer párrafo de la obra, pues de nada servirá intentar certificar el internamiento en el Hospital para demostrar la inocencia, por que uno ha sido arrojado a un mundo diferente, lleva pegado en la piel el corredor de la muerte, y no hay manera de librarse de él.
Jorge Ayora